El análisis toxicológico del Cuerpo Médico Forense reveló un metabolito propio de ese consumo. El rol de Braian Paiz, el camarero acusado
Papel de aluminio, polvo y marcas de quemaduras: la marca del consumo de crack en la habitación de Liam Payne
El 17 de octubre, menos de un día después de la muerte de Liam Payne, ocurrida en el hotel CasaSur de la calle Costa Rica en Palermo, publiqué un artículo en Infobae que marcaba una hipótesis de los investigadores encargados de esclarecer el caso. Varias fotos de los hallazgos en su habitación se habían difundido. Mostraban una serie de pequeñas velas, encendedores, trozos de papel de aluminio quemado, un tubo decorado con glitter, hallados entre el hidromasaje y una mesa. La suma de elementos que proponía una pregunta en el el expediente: ¿acaso el ex cantante de One Direction había intentado cocinar y fumar crack antes de morir?
El crack, la droga clave de la epidemia narco en Estados Unidos a fines de los años 80, reemplazado por la metanfetamina cristal y el fentanilo, provoca un impacto breve e intenso. Con forma de roca, puede producirse de forma casera, mezclando cocaína, agua y bicarbonato. La mezcla, al ser calentada con una pequeña vela, atraviesa una reacción química. El crack se separa del resto de la mezcla, para ser calentado en una pipa o un trozo de papel metálico, fumado con un sorbete. Su impacto es intenso, pero breve.