El titular de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, reveló que desde La Libertad Avanza le exigieron “cinco mil entradas gratis” y que la organización de la Feria se las negó. En respuesta, Milei denunció un supuesto «sabotaje del kirchnerismo». «No tolera las diferencias», le contestaron.
«No lo vamos a presentar en la Feria del Libro porque mi hermana está llevando a cabo esa negociación y hay un nivel de hostilidad hacia mi persona y hacia nuestra gente que nos hace sospechar que hay un intento de sabotear la presentación y hacerlo, digamos, al estilo kirchnerista, de modo violento». Eso anunció este miércoles el presidente de la Nación, Javier Milei, en una entrevista radial a propósito de la presentación de su libro, Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica (Planeta), un volumen que supera el valor de los veinticinco mil pesos. La declaración no sólo señalaba al kirchnerismo –una vez más– como el origen de todos los males sino que también ponía bajo sospecha a la propia organización de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FIL).
Consultado sobre cómo tomaron las declaraciones de Milei desde Fundación El Libro, su presidente Alejandro Vaccaro respondió: «La verdad no nos sorprende porque en estos cuatro meses y pico que lleva de gobierno, cada vez que alguien plantea una disidencia con sus políticas, cuando alguien dice que no está de acuerdo con cómo llevan adelante la gestión, el Presidente enseguida ataca, vitupera y denosta a la disidencia. No sólo les pasa a los que no piensan como él, sino que tiene esa cosa tan fea del ‘fuego amigo’, así que ha atacado a Joaquín Morales Solá, a Jorge Fernández Díaz y a otras personas que no pueden ser sospechadas de comunistas, marxistas ni kirchneristas: todos los epítetos que nos regala a nosotros».
El jueves por la mañana, en otra entrevista radial el titular de Fundación El Libro respondió a las acusaciones del Presidente y negó de plano el presunto «boicot». «Lo único cierto es que él va a presentar el libro en el Luna Park. Que había hostilidad con respecto a su presencia, en absoluto –destacó–. Si uno lo analiza con un poco de distancia, lo que más le conviene a la Feria es que él venga, que participe, que todo sea una fiesta, que sus seguidores puedan escucharlo. A nosotros es lo que más nos conviene como embajadores de una feria plural, amplia, como la que hacemos siempre».Vaccaro aseguró que «no existió tal hostilidad» y contó que el martes asistieron al predio «unas 20 o 25 personas en representación de la Secretaría General de Presidencia y Casa Militar» –quienes tienen a su cargo la seguridad del primer mandatario– y se pusieron de acuerdo en los detalles para poder llevar adelante la presentación del libro en un espacio que la Feria no tiene contratado pero que, «según nos manifestaron, La Rural cedía sin problemas a Javier Milei». El titular de la Fundación informó que el eje del conflicto fue otro: «Ellos nos pidieron 5 mil entradas gratuitas para el acto y, en principio, yo como presidente no tengo facultades para dar esa cantidad de entradas. Un día domingo equivale a 25 millones de pesos, así que le dijimos que no podíamos. A lo único que le dijimos que no fue a eso porque no había razón para dar 5 mil entradas en un contexto socioeconómico complejo”.La explicación de Vaccaro planteó otro matiz y puso en jaque los argumentos conspirativos de Milei. Desde distintos sectores se leyó la decisión de La Libertad Avanza como un movimiento de retracción por temor a la masividad de un acto programado que no tendría asegurada la «localía» por la negativa de los organizadores a conceder las 5 mil entradas que pretendía la Secretaría. Cabe destacar que desde Fundación El Libro hubo una contraoferta en aquella negociación: el titular comentó que propusieron entregar 200 entradas gratis, «que es el máximo que tenemos como protocolo para los actos más importantes» de la grilla. Sin embargo, al día siguiente el presidente de la Nación anunció públicamente que el acto no se llevaría a cabo en La Rural y los acusó de un supuesto «sabotaje».
Una cuestión de principios
«No sorprende que Milei haya decidido no ir a la Feria del Libro», dice el filósofo y escritor Ricardo Forster, «Primero porque es lo antagónico a la concepción del mundo, de la cultura, de la sociedad y de la política que tiene Milei. La Feria del Libro es el lugar de la diversidad, el pluralismo, los debates democráticos. El libro expresa precisamente esa potencialidad de lo diverso y lo democrático. Milei tiene una visión totalitaria –no liberal– de la vida. Eso significa pensamiento único, univocidad, una ideología que convierte al otro en un enemigo, en alguien al que hay que descalificar, destruir o aplastar, con quien no se debate ni se discute. Me parece que su decisión es consecuente con su visión antidemocrática de la sociedad y de lo que significa el debate de ideas, porque acá no hay un debate sino apología de una concepción dogmática del mundo».
Desde la perspectiva de Forster, con esta decisión Milei reafirma «esa estrechez de su visión sobre la vida, la política y la sociedad». Por otra parte, el pensador celebra la respuesta que Vaccaro le dio desde un primer momento, «una respuesta contundente y afincada en la tradición que representa la Feria del Libro» porque «cualquiera que la haya recorrido a lo largo de estas décadas seguramente se encontró con la multiplicidad, lo diverso, mil editoriales diferentes, autores y autoras de las más diversas corrientes estéticas, políticas, literarias y científicas. Es de algún modo como las universidades públicas, un ámbito donde se debate la complejidad de la sociedad. La visión de Milei es monocorde, en blanco y negro, absolutamente cerrada, sesgada y totalitaria».
Frente a los aspectos simbólicos que siempre se ponen en juego a la hora de analizar las disputas por el sentido en el campo cultural, razones económicas parecen ser las que terminan definiendo las decisiones más importantes de la actual gestión. «Quizás esa fue la única razón o la razón de mayor peso en su decisión de romper unilateralmente las relaciones» con la Feria, especuló Vaccaro, quien ya había manifestado el posicionamiento de la Fundación con respecto a este momento del país y el rol del sector cultural. «El libro es cultura y, en momentos en los que se encuentra hackeada, atravesada por el intento de desfinanciamiento, la Feria se erige como un faro cultural en medio de la oscuridad», sostuvo en el acto inaugural. fuentes cercanas al entorno de Javier Milei dijeron que «no estaban dadas las condiciones de seguridad» para llevar adelante el evento y que hubo «un boicot a la presentación por las autoridades de la feria, que son kirchneristas». Al final decidieron hacer el acto en un lugar cerrado y el Luna Park se perfiló como la mejor opción. Lo cierto es que La Libertad Avanza no parece llevarse bien con los actos masivos. El historial señala que en tan sólo cuatro meses de gobierno hubo varias convocatorias que coparon las calles y evidenciaron la oposición de sectores muy diversos frente a las medidas implementadas por Javier Milei: la multitudinaria marcha del 24 de marzo por la Memoria, la Verdad y la Justicia (de la que participaron la CGT y las dos CTA junto a organismos de derechos humanos) se suma a la reciente Marcha Federal Universitaria del 23 de abril y a la movilización del 1º de mayo organizada por la CGT, que además convocó a un paro general el jueves 9 de mayo por el ajuste que lleva adelante el gobierno. Esos mojones echaron leña a un clima social cada vez más tenso y la decisión de suspender el acto en La Rural no está escindida de esa coyuntura.
La dimensión económica en el centro de la escena
Vaccaro asegura a este diario que no les sorprendió la reacción del gobierno porque este tipo de estrategias ofensivas son «moneda corriente». Por otra parte, sentenció: «Las cosas tienen que tener un límite. No podemos seguir con acusaciones infundadas que no tienen ningún sustento. Si nosotros hiciéramos un sabotaje como él dice o generáramos actos de violencia, la primera perjudicada es la Feria. No hay más Feria, se acaba. La gente viene acá a disfrutar, a pasar un momento agradable, de distensión. Acá hay muchas familias, mamás paseando con sus bebés en cochecitos. Estas son escenas que se ven permanentemente en la Feria. Imaginemos un contexto en el que aparecen barrabravas». En su programa radial, el periodista Eduardo Feinmann difundió rumores acerca de un presunto «escrache» que se estaba organizando con la hinchada de Nueva Chicago. «Los primeros perjudicados vamos a ser nosotros, que amamos la Feria que se construyó con el esfuerzo de muchas personas y el año que viene cumplirá 50 años. Sería una verdadera catástrofe. Por eso me pregunto hasta cuándo estas acusaciones sin fundamento», sostuvo Vaccaro.
Cuando de cultura se trata interviene lo simbólico pero también lo económico y, en esta contienda, el elemento económico parece haber quedado en primer plano. «Desafortunadamente vivimos en una sociedad de consumo a veces salvaje y en muchas ocasiones la cuestión económica está por encima de todo lo demás. Yo soy presidente de la Sociedad Argentina de Escritores y, en lugar de ser un gestor cultural, a veces soy más bien un gestor financiero o económico, tengo que salir a buscar plata para pagar los sueldos, para que las actividades se puedan desarrollar, para mantener las instalaciones que tenemos. Por momentos se desnaturaliza totalmente la función que uno debería tener. Esta es la realidad de la vida y sin recursos no se puede hacer nada», apunta el organizador.
Por otra parte, Vaccaro señala que «estamos en un contexto socioeconómico muy complejo» porque «la gente está pasando momentos difíciles, a muchos ya no les alcanza la plata para llegar a fin de mes ni para cumplir las necesidades básicas». Y subraya: «De los 6 o 7 millones de jubilados que hay en el país, el 90% (por ser cautos) está atravesando esa situación y los índices de pobreza hoy son escalofriantes. Desafortunadamente hoy no se pueden disociar los temas culturales de los económicos». Sin embargo, sostiene que el eje central de la FIL es la cultura: «Por supuesto se venden libros y es fantástico venir a comprar, pero este año muchos no lo van a poder hacer. De todos modos, vienen igual. Los datos de visitantes son maravillosos teniendo en cuenta el contexto». En relación a las entradas, aclaró que la cantidad que pedían desde el gobierno «equivale a 25 millones de pesos» y volvió a señalar que, como presidente, no tiene facultades para «hacer semejante donación». «Creo que el tesorero y los consejeros me matan si tomo una decisión como esa. Si él quiere hacer un show como el que quería hacer, no tenemos por qué pagarlo nosotros».
Discurso inaugural y críticas al Gobierno
Los discursos inaugurales de Vaccaro y la escritora Liliana Heker fueron contundentes y dejaron muy claro cuál es el valor que el gobierno le otorga a la cultura. «No registra la memoria de nuestra Feria que el Gobierno Nacional haya estado ausente, sin un stand, en este evento», subrayó Vaccaro en la apertura. Por otra parte, advirtió que la excusa de que la participación suponía un gasto de 300 millones de pesos era «una flagrante mentira» y confirmó que el Banco Nación se había retirado como sponsor por «una orden que vino de arriba». Vaccaro explicó a este diario que durante el mes de septiembre la FIL sale a la venta y en dos o tres días se vende el 95% de los stands: «La Feria es un emprendimiento privado, no tiene subvención ni ayuda de ningún Estado nacional, provincial o municipal. Se sustenta de manera absolutamente independiente, no tenemos compromisos políticos ni ideológicos con nadie y por eso hemos tenido la libertad de expresar frente a esa hermosa tribuna, durante la inauguración, lo que sentíamos y lo que nos parece que está pasando».
El organizador comenta que en la Feria del Libro de Guadalajara, por ejemplo, el Estado pone 3 millones de dólares para que pueda hacerse el evento, por lo tanto, hay un fuerte compromiso con la política: «Acá eso no existe. Las provincias pueden no venir y la Feria se hace igual, no nos cambia nada. De todos modos, quiero resaltar el fuerte apoyo que tenemos del Gobierno de la Ciudad, la ministra de Cultura, Gabriela Ricardes, y el jefe de Gobierno, Jorge Macri. Podemos no pensar como piensan ellos, pero dan un respaldo y una ayuda que realmente agradecemos mucho».